RETRATOS DE RETAZOS. Desazón
DESAZÓN:
Ya salió la madrugada, perdiendo pétalos azules con cada paso. Se mantuvo quieta durante horas, paciente en su destino y amarga en las esperas... Da igual, se decía, mañana será igual que hoy y ayer... La misma desazonada espera...
Las luces del primer día se iban estirando... Bostezaban todavía cuando señalaron el viejo tronco, carcomido por el tiempo pero jóven en su centro... Se dejó bañar en la luz; se sentía mejor con cada rayo... La luminosidad estridente lo empezó a confundir todo dando calor a las cosas que hacía apenas un momento sólo tenían colores. A medio día ya no me gustaba el cielo... Si lo hubieras visto hace seis horas... Las nubes lo habían dejado solo, y aún una docena de estrellas se atrevían a navegar con destellos.
Tendré que esperar yo también hasta mañana. No había acción, no se necesitaba... Incluso los pájaros volaban inmóviles. Las campanas de todo el universo se pusieron en marcha y miles de seres de tamaños diversos vagaron confundidos durante horas... No había horas en realidad... El tiempo se detenía a su voluntad, y a su voluntad avanzaba todo lo que le era posible... Días hubo que fueron semanas, y semanas que sumadas equivalían a siglos... Sin embargo, el agua azul no consintió ser pintada del verde brillante con que algunos pretendieron mezclarla... Nada tenía sentido y todo era lo mismo, y nada era nada...
Sólo quise dormir y ensoñar ya el mañana. Nada quería ver en ese aire denso que se me estancaba en la garganta... Nada sino imaginar otra cosa tan irreal como aquella...
@ Francisco G. Espadas. All rights reserved.
Ya salió la madrugada, perdiendo pétalos azules con cada paso. Se mantuvo quieta durante horas, paciente en su destino y amarga en las esperas... Da igual, se decía, mañana será igual que hoy y ayer... La misma desazonada espera...
Las luces del primer día se iban estirando... Bostezaban todavía cuando señalaron el viejo tronco, carcomido por el tiempo pero jóven en su centro... Se dejó bañar en la luz; se sentía mejor con cada rayo... La luminosidad estridente lo empezó a confundir todo dando calor a las cosas que hacía apenas un momento sólo tenían colores. A medio día ya no me gustaba el cielo... Si lo hubieras visto hace seis horas... Las nubes lo habían dejado solo, y aún una docena de estrellas se atrevían a navegar con destellos.
Tendré que esperar yo también hasta mañana. No había acción, no se necesitaba... Incluso los pájaros volaban inmóviles. Las campanas de todo el universo se pusieron en marcha y miles de seres de tamaños diversos vagaron confundidos durante horas... No había horas en realidad... El tiempo se detenía a su voluntad, y a su voluntad avanzaba todo lo que le era posible... Días hubo que fueron semanas, y semanas que sumadas equivalían a siglos... Sin embargo, el agua azul no consintió ser pintada del verde brillante con que algunos pretendieron mezclarla... Nada tenía sentido y todo era lo mismo, y nada era nada...
Sólo quise dormir y ensoñar ya el mañana. Nada quería ver en ese aire denso que se me estancaba en la garganta... Nada sino imaginar otra cosa tan irreal como aquella...
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